El transporte por carretera es una pieza esencial de la logística moderna. Mueve mercancías de todo tipo por vastas redes viales, conectando fabricantes, distribuidores y consumidores. Sin embargo, esta actividad conlleva riesgos: accidentes, robos, daños y retrasos pueden poner en peligro tanto la carga como la reputación de las empresas implicadas. Aquí es donde entra en juego el seguro para transporte por carretera: una herramienta imprescindible para proteger las mercancías durante el trayecto y garantizar que, ante cualquier incidente, haya cobertura y respaldo económico. Se trata de un contrato entre el transportista (o el propietario de la carga) y una aseguradora que establece una serie de coberturas en caso de siniestros durante el transporte terrestre de mercancías. A diferencia de otros seguros logísticos, este está especialmente diseñado para los riesgos del transporte por carretera, como colisiones, incendios o pérdidas por robo. Dependerá del acuerdo entre las partes. En algunos casos, es el cargador quien asume la responsabilidad y contrata el seguro. En otros, es el transportista. Sea como sea, tener claro quién contrata la póliza y qué cubre exactamente es esencial para evitar sorpresas en caso de siniestro. Aunque existen múltiples opciones y niveles de protección, los seguros suelen incluir coberturas comunes que se adaptan a la naturaleza de la carga y a la ruta planificada. A continuación, se detallan las más frecuentes: La más básica de las coberturas. Protege contra los daños que pueda sufrir la mercancía durante el transporte debido a: Accidentes de tráfico. Incendios. Deslizamientos o vuelcos del vehículo. Caídas de la carga. La cobertura puede ser total o parcial, dependiendo del valor asegurado y del tipo de mercancía transportada. En algunas zonas o rutas, el riesgo de robo es significativo. Por eso muchas pólizas incluyen protección ante sustracciones, ya sea del vehículo completo o de parte de la carga. Esta cobertura cubre los daños que el transportista pueda causar a terceros en el ejercicio de su actividad. Incluye: Daños a otros vehículos. Daños a personas. Contaminación accidental por derrames. Es habitual que esta cobertura esté regulada por la normativa europea sobre transporte terrestre, especialmente en operaciones internacionales. En casos extremos (como incendios totales o robos completos) se puede indemnizar la pérdida total del cargamento. Algunas pólizas más completas incluyen compensaciones en caso de retrasos significativos en la entrega que generen perjuicios económicos al cliente final. No todas las mercancías ni rutas tienen el mismo nivel de riesgo. Por eso, el seguro logístico puede contratarse de diferentes formas: Específico para una única operación. Se contrata cuando se quiere asegurar una expedición concreta. Ejemplo: una empresa que realiza un envío puntual de maquinaria pesada a otra ciudad. Diseñado para empresas que transportan mercancías con frecuencia. Cubre todas las expediciones realizadas durante un período de tiempo. Ejemplo: una empresa distribuidora que realiza entregas diarias a supermercados. Ofrece una cobertura más amplia. No solo cubre accidentes o robos, sino también daños por mala manipulación, condiciones climáticas extremas y más. El valor de la mercancía es el principal criterio para fijar la prima del seguro. Se tiene en cuenta: Valor de factura. Costes de transporte y embalaje. Posibles márgenes comerciales. Algunas aseguradoras ofrecen una opción llamada valor declarado, donde es el cliente quien indica el importe a asegurar, lo que puede suponer ajustes en la prima a pagar. En el contexto del transporte internacional por carretera, es obligatorio cumplir con la normativa vigente, como el Convenio CMR (Convenio relativo al contrato de transporte internacional de mercancías por carretera). Este regula: La responsabilidad del transportista. La documentación necesaria. Los límites de indemnización. Tener un seguro compatible con CMR es indispensable para que las operaciones no se vean afectadas en caso de inspecciones o reclamaciones. No todas las situaciones están protegidas por defecto. Algunas exclusiones comunes son: Mala estiba o embalaje inadecuado. Mercancías prohibidas o ilegales. Averías por desgaste o defectos de origen. Retrasos no justificables. Es importante leer con detenimiento las condiciones de la póliza y aclarar cualquier duda antes de firmar. Contar con un seguro adecuado ofrece beneficios claros: Tranquilidad operativa: Saber que la mercancía está protegida permite centrarse en la actividad comercial sin preocupaciones. Mejora de la imagen profesional: Empresas que aseguran sus transportes demuestran compromiso con la calidad y la fiabilidad. Reducción del impacto financiero: Ante un siniestro, los costes derivados se reducen o se eliminan por completo. Cumplimiento normativo: Facilita la operativa internacional cumpliendo con estándares legales europeos. A la hora de elegir una póliza, conviene tener en cuenta lo siguiente: Comparar coberturas, no solo precios: Una prima baja puede implicar una protección insuficiente. Solicitar asesoramiento especializado: Empresas de transporte o brokers logísticos pueden orientar según el tipo de mercancía. Revisar periódicamente la póliza: Cambios en el volumen, destinos o tipo de carga pueden requerir ajustes en el seguro. Pedir cláusulas específicas si es necesario: Como protección para productos perecederos, mercancías peligrosas o equipos delicados. En la mayoría de países europeos, el seguro de responsabilidad civil del vehículo es obligatorio, pero el seguro para la mercancía no siempre lo es. No obstante, cuando hay contratos con grandes empresas o administración pública, suele ser un requisito. En definitiva, el seguro para transporte por carretera no es solo una formalidad: es una herramienta estratégica que protege las mercancías, garantiza el cumplimiento normativo y aporta tranquilidad a lo largo de la cadena logística.¿Qué es exactamente un seguro para transporte por carretera?
¿Quién debe contratarlo?
Coberturas habituales en un seguro para transporte por carretera
1. Daños materiales a la mercancía
2. Robo o hurto durante el trayecto
3. Responsabilidad del transportista
4. Pérdida total de la mercancía
5. Retrasos y perjuicios derivados
Tipos de seguro en función de la operación logística
Seguro por viaje
Seguro anual o flotante
Seguro a todo riesgo
¿Cómo se determina el valor asegurado?
Importancia de cumplir con la normativa europea
¿Qué no cubre normalmente un seguro para transporte por carretera?
Ventajas de contar con un buen seguro logístico
Consejos al contratar un seguro de transporte terrestre
¿Cuándo es obligatorio contratarlo?
Transporte seguro, negocio seguro